Qigong Corazón del Tao. Movimiento y respiración.

   Por norma general, en la mayoría de los ejercicios de Qigong los movimientos suelen ser suaves, armoniosos y continuados, de manera que cada repetición se une a la otra como si fuera un solo movimiento. Se debe evitar que cada parte del cuerpo trabaje de forma independiente, promoviendo así una sensación de unidad corporal.

  También la respiración va sincronizada con el movimiento. Respira despacio y evita movilizar gran cantidad de aire. En ningún momento es necesario hacer respiraciones profundas, forzadas. Siempre respiración natural y nunca se llenan los pulmones a su máxima capacidad (a no ser que el movimiento lo requiera). Esto es para no colapsar el diafragma y para no hiperventilar (puede causar mareo). Respira sin hacer ruido (que no te oigas respirar). El secreto de la respiración esta en coger el aire como si estuvieras oliendo la fragancia de una flor o de un perfume. 

   Si eres practicante de Qigong (chikung) o de TaiJi (tai chi), tu profesor o maestro ya te habrá aleccionado acerca de cómo respirar. Aún así, si no tienes la posibilidad de acudir a clase voy a darte algunos consejos de como adecuar la respiración al movimiento. 
  En general siempre se suele empezar la serie con una inspiración, así que en la continuación del movimiento viene la exhalación, etc.
Inspira al elevar el Qi, al subir los brazos, al estirar hacia tí, elevar el cuerpo, levantar una pierna, cuando se toma o concentra energía, cuando gires, cuando estás manteniendo equilibrio,  etc.
Exhala al descender el Qi, al bajar los brazos, al empujarlos hacia delante, cuando los brazos se cierran, al agacharse, al dar un paso hacia delante, al expandir la energía, al aflojar y relajarnos, etc.
  Bueno, con esto ya tienes unas cuantas ideas para encaminar la práctica unificando respiración y movimiento, espero  que te sean útiles.








                      

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