Qigong Pulmones, la serie del Metal



   Llega el Otoño. El cielo se viste de gris y la naturaleza se desprende de todo lo superficial. Los árboles dejan caer sus hojas buscando la economía energética y centrando su energía hacia el interior. Es el momento de la introspección.
   Las primeras tormentas rompen los últimos vestigios de un verano que se resiste a desaparecer. Los momentos calurosos del mediodía contrastan con el frío de la mañana o del ocaso. Los pulmones captan la señal y empiezan a funcionar a pleno rendimiento para fortalecer el sistema defensivo (wei chi), con el fin de protegernos de los agente patógenos que pronto se acumularan en el aire en forma de virus.

   Si los pulmones no disponen de suficiente energía estaremos desprotegidos frente a los resfriados, catarros o gripes. Esta deficiencia energética también puede provocar cierto estado de tristeza o melancolía. Tal estado anímico suele ser temporal y en pocas semanas desaparece (justo el tiempo que tardan los pulmones en adaptarse al cambio estacional).

   Aunque si la tristeza persiste el sistema de defensa puede verse amenazado, por lo que el cuerpo recurre al plan de emergecia: sellar todas las entradas y salidas energéticas para protegernos de los ataques sorpresa. Pero cuando las puertas permanecen cerradas por largo tiempo el organismo se ve incomunicado y sin intercambio energético empieza a perder vitalidad y a marchitarse.

   Los ejercicios que te propongo en el siguiente video estimularán el Qi pulmonar y te ayudarán a fortalecer el sistema defensivo, a la vez que promoverán el intercambio energético con el exterior, disipando rápidamente la tristeza.

  





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